Hace unos meses, en pleno invierno en el hemisferio norte, hicimos un viaje a NYC y Washington. Uno de los objetivos del viaje era disfrutar de la nieve. Si bien cualquiera de los dos destinos podría haber tomado, cada uno, todo el tiempo de viaje; decidimos tambien conocer algunos destinos próximos a ambas grandes ciudades.
Seguro dejamos de
hacer mucho en Washington y NYC, pero no me arrepiento. Pudimos conocer pueblos
lindos, llenos de magia, distintos. Uno de ellos fue Annapolis.
Buscando a donde ir desde Washington, exploré varias opciones, entre guías y el Google Maps, buscando algún pueblo o pequeña ciudad que este lo suficientemente cerca para ser un destino de full day, pero a la vez lo suficientemente lejos como para no ser un suburbio.
Annapolis, la capital de Maryland esta, en bus, a una hora exacta de Washington. No hay tren y, en Greyhound, solo hay un servicio de ida y otro de vuelta, que al final los hicimos en empresas asociadas, lo que mantiene pendiente el sueño de viajar en un bus propio de Greyhound.
El punto de
partida en Washington fue la Union Station (sugiero hospedarse cerca pues
simplifica todo). Partimos puntualmente. Hora inglesa. El chofer del bus
parecía de película, un negro enorme, sonriente y amable. El viaje es muy
corto, se pasa por los suburbios de Washington, luego algo de campo y ya estábamos
en los suburbios de Annapolis.
El “paradero” en Annapolis es en plena calle. Un pequeño letrero de bus station es todo lo que hay. A unas 3 ó 4 cuadras del centro de la ciudad. El bus de retorno (que tuvo un retraso de 1.5 horas), igualmente se toma en ese punto.
El principal “atractivo” de Annapolis es la Academia Naval, no pudimos visitarla pues nos faltaba un requisito para poder ingresar (uno del grupo olvidó llevar su pasaporte). Pero estuvo bien, pues aprovechamos para recorrer las callecitas mágicas del downtown.
Al llegar, visitamos la oficina de información turística. Nos trataron increíblemente bien, no habían llegado turistas peruanos por allí, y fueron super amables. Luego caminamos un poco por el pueblo. Visitamos la St. Anne’s Parish, pequeña, simple y acogedora. Distinta a las iglesias monumentales que tenemos en los países de Hispanoamérica. Paramos luego en el Annapolis Ice Cream Company en Main Street, helados y postres muy bien presentados, pero demasiado dulces (para nuestro gusto). El lugar muy acogedor y perfecto para una parada de relax.
Nos dedicamos a deambular por el pueblo. Callecitas coquetas, hermosas casas. Visitamos el Capitolio de Maryland. Paramos un rato en el St. John’s College; un lindo campus, de los más antiguos de EEUU. Luego seguimos deambulando por las calles coloridas y llegamos al City Dock, junto a la Bahía de Annapolis. Almorzamos en el Mc. Garvey’s , un local genial, de comida sabrosa, servicio amable y precios super razonables.
Seguimos deambulando por el pueblo. Me separé de la tropa y caminé un poco por Eastport. Nos reunimos y seguimos paseando por Main Street. Fuimos a la parada del bus y, por hora y media, nos congelamos, hasta que el Flix Bus nos recogió con retraso.
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