Talcahuano y el Monitor Huáscar

Desde niño, uno de mis sueños fue visitar el Monitor Huáscar, anclado en Talcahuano. He estado en Chile tres veces antes, pero visité otros destinos, Santiago mismo, Valparaíso y el hermoso sur del país.

Monitor Huáscar

Cuando JetSmart lanzó el vuelo directo Lima – Concepción, supe que era mi oportunidad de cumplir uno de mis sueños de infancia. Llegue a Concepción una madrugada de viernes, directo a dormir. Me hospedé en El Rincón de Vicente, en la calle Serrano 581, ubicado en pleno centro de Concepción, básico, pero suficiente, con fácil conexión a todos los lugares interesantes de la ciudad y sus alrededores. Al día siguiente desperté, desayuné y salí dispuesto a cumplir uno de mis sueños.

Monitor Huáscar

Fui directo a la estación del Biotren, el metro interurbano de Concepción, que recorre la ruta Concepción – Talcahuano, pero los horarios no me favorecían. Luego de unas consultas, decidí ir a Talcahuano en bus, la distancia es corta, sobre una autopista de 4 carriles; la línea que tomé, casualmente me dejó a la altura de la Gobernación Marítima, a unas pocas cuadras de la base de la marina chilena donde se encuentra anclado el Huáscar.

Barcos pesqueros Talcahuano

Embargado por la emoción, caminé por el malecón hasta la Comandancia Naval. A pesar de ser verano y haber un fuerte sol, la temperatura era muy agradable. Al llegar descubrí que el Monitor se encontraba en mantenimiento y que las visitas estaban suspendidas. Por un momento me entristecí, llegar tan lejos para morir en la orilla. Pero, al final, pensé que quizás fue lo mejor. Pude ver el Huáscar a una cierta distancia, como en los libros de historia que leía de niño. Mantener esa distancia fue como sentir que seguía siendo un ícono inalcanzable, donde se inmolaron tantos peruanos a los que admiro, liderados por el Almirante Miguel Grau.

Barcos Turísticos Talcahuano

Luego de meditar un poco y tomar algunas fotos del Monitor, regresé por el malecón. Hacia la zona más turística del puerto. Las vistas son muy interesantes, de una hermosa bahía, llena de barcos pesqueros, con un puerto industrial cercano, en el que se podía apreciar un enorme buque carguero.

Si bien había algunos turistas en el malecón, estuvo súper tranquilo. Hay una pequeña feria artesanal y un mercado donde los pescadores venden sus productos. Es sorprendente la cantidad de mariscos distintos que se puede ver. Una increíble y variada a oferta a precios muy buenos. Camine luego hacia el centro de la ciudad, que no es especialmente atractivo.

Plaza Talcahuano

Talcahuano es, definitivamente, un puerto y pueblo de pescadores, no un masivo destino turístico. La plaza principal es amplia, algo interesante, pero no destaca. Su entorno es bastante mediocre, sin nada interesante para ver o hacer.

Plaza Talcahuano

Después de deambular unos minutos, regresé a Concepción, desde donde hice la conexión en el Biotren hacia Coronel y Lota, que realmente si es un destino interesante. Si alguna vez vuelvo por Talcahuano, sería con el único objetivo de visitar el Monitor. Quizás me anime a ingresar o quizás decida mantener la magia de la distancia. El tiempo lo dirá.

Algunos de mis bares favoritos en Perú

He viajado mucho por trabajo. Algunos viajes son muy pesados, solo con tiempo para las visitas, reuniones, dormir en el hotel, seguir trabajando, comer y dormir. Algunos son algo más laxos, con tiempo para tomarse unos tragos. Dos o tres cervezas o chilcanos y cierre perfecto del día. Alguna vez algo más, pero siendo visitante prefiero ser prudente y volver entero a Lima o Cuzco.

Hay destinos en Perú que son perfectos para comer y beber. Pero, no todas las ciudades ofrecen las mismas comodidades. De hecho, tengo bares favoritos en casi cada ciudad que visito. De hecho, esta primera lista la hago con mis bares absolutamente favoritos, aquellos que vinieron como un relámpago a mi mente. Hay muchos más, pero estos son entrañables para mi.

Kamizaraky Rock (Puno, pasaje Grau a 10 metros de la calle Lima), lo pongo primero en la lista pues fue el primer bar al que llegué por motivos de trabajo, allá por el año 2001. Me tocó realizar una consultoría en esta gélida ciudad y, la primera noche, muerto de frío, lo encontré. Buen rock, ambiente rústico, tragos variados. Y, además, con una excelente oferta de pizzas y calzones. Si bien es un local básico, pequeño y barato, con un servicio hasta algo bruto, siempre que voy por Puno trato de ir, aunque sea para tomar una cerveza. Realmente me siento cómodo. La mayor parte de su público son lugareños o "turistas mochileros", pero siempre lo he disfrutado con tranquilidad.

Norton Rat's Tavern (Cuzco, Santa Catalina Angosta 116), con un balcón que ofrece una privilegiada vista a la Plaza de Armas de la ciudad, este bar debe ser uno de los que tiene una de las mejores vistas del país. Cuando estoy por Cuzco, lo suelo visitar por las mañanas, ni bien lo abren, para tomarme una (o dos o tres) Pilsen Callao en el balcón. Usualmente es un bar preferido por turistas extranjeros, aunque siempre hay mesas con cuzqueños o peruanos, que no suelen ser la mayoría. Lo más usual es que los turistas se junten a ver deportes en sus pantallas, jugar a los dardos o simplemente beber. Uno de sus puntos fuertes es su amplia oferta de cervezas, desde artesanales peruanas hasta inglesas o belgas. Además cuenta con todos los licores y cócteles que alcanzo a imaginar y, de hecho, siempre está muy animado, desde las 10am que suelen abrir.

Club 80s Retro Bar (Arequipa, Casona Forum - Calle San Francisco 317), La Casona Forum es uno de los locales más conocidos de la ciudad. Cuenta con 4 ó 5 pisos con diferentes propuestas para diversas edades. En mi caso particular, sólo he ido al Retro Bar, ubicado en el primer piso. Debo haberlo visitado ya más de 15 años, casi cada vez que he ido por Arequipa. El ambiente y la música son perfectos para mi. La carta probablemente no sea tan variada, pero igual todo es de primera calidad. Además, la decoración, con juguetes clásicos de mediados del siglo XX, le da un toque especial muy atractivo. De jueves a sábados suele haber conciertos, en un local pequeño, con buena acústica, suelen ser muy buenos. Cuando tengo un viaje programada a Arequipa, siempre trato de que coincida con una noche de jueves, para así poder disfrutar de esta acogedor bar y sus conciertos.

Luz Verde (Miraflores - Lima, Manuel Bonilla 230), un antro en toda regla. Si los demás bares de la lista tienen una propuesta (como mínimo) para un segmento medio alto, este bar si es el típico local para universitarios que quieren beber sin gastar mucho. Es hasta incomodo, con una peligrosa escalera de acceso al segundo piso. Cervezas con descuento si se compran 3 unidades juntas, lo que hace que se tome y se tome mucho. Siempre hay algo extraño para ver, pues los jóvenes de hoy soy mucho más sueltos de huesos que en mis tiempos. Pero a pesar del ambiente sórdido y lascivo, tiene un encanto que me hace querer visitarlo siempre. Eso si, no es (como todos los otros de la lista) un local para ir solo, recomiendo ir al menos dos. Un bonus track del local son sus papas rellenas, enormes y muy baratas, alguna vez hasta he ido sólo por comer una de ellas en el primer piso, que es como un snack de mala muerte.

Stone Wasi (Tarapoto, Jr. Lamas 222), mucha agua ha corrido por los ríos de nuestra amazonia desde la primera vez que visité el Stone Wasi. La primera vez que fui era un local muy pequeño, un pequeño bar sin mayores pretensiones, pero con un estilo barranquino, en medio de una calurosa ciudad de selva, lo que le daba un atractivo notable. Desde entonces ya han pasado casi 20 años y el local se ha ampliado y, en cierta medida, se ha sofisticado, pero sigue siendo un local con un estilo propio y único que lo hacen tan especial. Los tarapotinos lo utilizan principalmente para los "previos" antes de zarpar hacia alguna de las famosas discotecas de la ciudad; cuando voy lo uso como fin de fiesta, como algo por acá, tomo algo por allá y llego a terminar la noche al Stone Wasi. Para mi el ambiente que uno sueña en una ciudad de selva. Ahora cuenta con un interior con aire acondicionado (perfecto) o un exterior donde se disfruta la movida tarapotina. Uno escoge donde estar. La carta de licores se ha multiplicado y se encuentra de todo para todos los gustos y bolsillos.

La Taberna Pub (Chiclayo, Av. Santa Victoria 428), chiclayano soy, a mucha honra señores, y como tal, no puedo dejar de mencionar mi local favorito cada vez que vuelvo a mi ciudad natal. La Taberna no es el local "de moda" o "el mejor" o aquel donde va "la gentita"; pero, con larga distancia es mi bar favorito en la ciudad. Es un típico bar rockero, con carta reducida, ambiente sórdido, pero muy buen sonido. Los viernes y sábado toca un grupo que realmente suena muy bien (más aún si uno llega a las 12pm, que empieza el concierto, ya con algunas cervezas encima), el ambiente que se genera durante el concierto es notable; realmente sorprendente en una ciudad tan poco rockera como Chiclayo. Desde ya, en mi próxima visita programada a mi ciudad natal tengo reservada la noche del sábado para darme una vuelta por La Taberna.

Nota, en esta oportunidad las fotos no son propias, no suelo tomar fotos cuando bebo.

Un domingo en Buenos Aires (parte 3)

Luego de disfrutar las vistas del obelisco que permite el mirador sobre la Diagonal Sáenz Peña, seguí caminando por esta calle peatonal hasta la Plaza Lavalle, un acogedor y bien cuidado parque con varios hermosos edificios a su alrededor, donde dos destacan nítidamente: el Edificio de Tribunales y el Teatro Colón. Por ser domingo, ambos cerrados.

Edificio de Tribunales Buenos Aires

Descansé un momento en la plaza, algunas personas trotaban o caminaban o simplemente paseaban a sus perros. El tráfico era mínimo, casi nulo, creo que el domingo es el día perfecto en esta zona de Buenos Aires. El ambiente frío, con algo de neblina y pocas personas hacía perfecto el momento.

Palacio Sarmiento - Ministerio de Educación de Argentina

Al dejar la plaza, caminé por Córdoba, en dirección a Montevideo, allí entré hacia la derecha. Había visto en el mapa que en esa calle quedaba El Museo del Holocausto, si bien lo busqué no pude encontrarlo. En el momento que pasé por allí no había nadie como para preguntar y ni modo, no logré visitarlo.

Librería El Ateneo Grand Splendid

Luego seguí subiendo por Alvear, hasta la Plaza Rodríguez Peña, en uno de cuyos laterales se encuentra el Palacio Sarmiento, un hermoso edificio del siglo XIX, donde ahora funciona el Ministerio de Educación de la Argentina. Luego avancé una cuadra por Callao y media cuadra por la Av. Santa Fe y entré a la Librería Ateneo Grand Splendid.

Edificios Av. Santa Fe

Edificios Av. Santa Fe

 Había leído sobre esta librería. Ubicada en un antiguo teatro de la ciudad, hoy es (para muchos) la librería más bonita del mundo. La verdad no podría decir si lo es o no, pues conozco pocas; pero definitivamente es muy bella. Una impactante librería con una oferta amplia de libros de todo tipo. Si bien el que buscaba no lo encontré (Ley de Murphy) igual fue una muy grata experiencia la visita. De hecho, con suma amabilidad me dijeron que, en la Librería Cúspide, dos cuadras más arriba, probablemente lo encontraría y, por cierto, así fue.

Edificio Kavanagh

Luego descendí caminando por Santa Fe, una bella avenida, franqueada de señoriales edificios residenciales. Al cruzar la Av. 9 de Julio cambia un poco la fisonomía hacía una zona algo más de oficinas. Seguí caminando por ella hasta la Plaza General San Martín, que sólo bordeé. Seguí hasta la Calle San Martín para dar una mirada a la Basílica del Santísimo Sacramento (cerrada) y luego volví por la peatonal Florida rumbo al centro.

Centro Naval

Centro Naval

Seguí por Florida hasta las Galerías Pacífico, donde ingresé un instante. Un hermoso edificio con elegantes (y muy caras) tiendas. Luego fui zigzagueando por Córdoba, Viamonte y Tucumán hasta llegar a Puerto Madero. Este fue mi último destino en la ciudad.

Ingreso a Puerto Madero

Caminé un poco por el borde de la dársena, llena de gente, con una goleta militar que permitía visitas, pero a la que lamentablemente no pude ingresar por falta de tiempo. Es un espacio sumamente bello de la ciudad. Con sofisticados restaurantes y cafés, gente alegre disfrutando del descanso dominical y una postal del Buenos Aires de hoy.

Puerto Madero

Puerto Madero

Regresé al hotel y, con muchísima pena, recogí la mochila, fui a Tienda León y me enrumbé al aeropuerto.

Puerto Madero

Puerto Madero

Puerto Madero

Puerto Madero