A modo de introducción.
Me considero un hombre afortunado. Por motivos de trabajo he
tenido la inmensa suerte de conocer la mayor parte de mi maravilloso país. Si
bien en una visita de trabajo es difícil explorar todos los atractivos
turísticos de un destino y usualmente sólo es posible conocer los más próximos
o aquellos que están en la ruta, ha sido una oportunidad que me ha enriquecido
como persona y despertado el gusto por aprender sobre los usos y costumbres de personas
con culturas distintas a la mía.
He podido visitar otros países. Todos en el mismo
continente. Algún día podré ir más lejos, pero por el momento me siento
satisfecho. Al igual que en mis viajes dentro del Perú, siempre he buscado
tener la posibilidad de conocer ciudades y pueblos, mercados y plazas.
Sumergirme en el transporte local y ser uno más donde voy. Muchas veces es
difícil lograrlo, pero cuando uno se mimetiza con el destino, es notablemente
más enriquecedor.
Si bien he ido a algunas playas, no soy un turista de sol y
playa. Prefiero conocer Iglesias y Museos, monumentos históricos, plazas y
mercados. Y, en todos los casos, disfrutar de la gastronomía local. Me gusta
comer y explorar sabores.
Decidí escribir este blog, pues por temas del destino tengo
tiempo para hacerlo. Y, además, escribir me permite revivir las experiencias
que he tenido, confrontar mis recuerdos y ordenarlos. En cierta medida, volver
a sentir en mi los momentos que disfrute en la ruta o en el destino mismo. No tengo una idea clara de cuál será el orden
en el que escriba. Pero tengo dos premisas claras, intentar tener dos post
semanales y que cada uno contemple un destino o una ruta. Con algunos datos de
donde comí o que visite y que es lo que más interesante me pareció en cada
lugar.}
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