La Plaza de Armas de Cuzco, la antigua plaza incaica del
Haucaypata, es una hermosa plaza, rodeada de mansiones virreinales y dos iglesias
católicas: La Catedral de Cuzco y la Iglesia de la Compañía de Jesús. Si bien
la Catedral es más amplia y es la Iglesia más visitada de la ciudad, para mi
gusto la Iglesia de la Compañía es más elegante y estilizada. Cuando estoy en
Cuzco, casi a diario voy por la Plaza de Armas, no voy a decir como los
esotéricos “a recargarme de energía” pues no creo en esas cosas, sino
simplemente a disfrutar de su arquitectura que me encanta o a tomar un café o
comer algo a sus alrededores.
Una caminata simple que suelo hacer es ir hacia la Plazoleta
Regocijo y luego hacia la Plaza San Francisco, eventualmente camino algo más y voy
a comprar algo al mercado de San Pedro.
Desde la Plaza de Armas, las dos calles directas para llegar
a la Plazoleta Regocijo son la Calle del Medio y la Calle Espaderos. En esta última
calle se encuentra, en un segundo piso, el Museo del Café, donde se puede disfrutar
de un excelente desayuno con cafés de origen peruano.
La Plazoleta Regocijo, que antaño tenía el doble de tamaño
fue recortada para construir el hoy abandonado Hotel de Turistas, una hermosa
obra republicana que está en un interminable litigio por su control. Ojalá
alguna vez se resuelva el problema y vuelva a brillar con todo su esplendor. En
uno de los extremos del hotel, del lado opuesto a la Plazoleta funciona la Cafetería
La Bondiet, uno de los clásicos cuzqueños. Frente a la plazoleta se encuentra
el restaurante Chicha, del cheff Gastón Acurio, con excelente comida típica de
la ciudad.
En la esquina de las calles Garcilaso y Heladeros, se
encuentra la Casa Garcilaso, donde funciona el Museo Histórico Regional del Cuzco,
que me resulta bastante interesante. A un lado de la Plazoleta está la
Municipalidad, donde hay un Centro de Convenciones y dos salas de exposición artística,
que en lo personal no me resultan muy atractivas.
Subiendo por la calle Garcilaso se accede directamente a la
Plaza San Francisco, también rodeada de bellas casonas coloniales y
republicanas, la Iglesia de San Francisco (que tiene un convento que se puede
visitar, junto con sus catacumbas e incluso subir hasta el campanario) y el
Colegio Ciencias, uno de los emblemáticos de la Ciudad. Esta Plaza tiene un
bello entorno, pero en lo personal, me parece menos atractiva que las dos
anteriores.
Para regresar a la Plaza de Armas suelo tomar la calle
Marques, que es peatonal. Ingresando a ella se encuentra la Universidad Diego
Quispe Tito, la principal escuela de artes plásticas de la ciudad. El ingreso es
gratuito y usualmente hay exposiciones artísticas de sus alumnos y egresados.
Al terminal la Calle Marques se llega a la Iglesia y
Convento de La Merced, una hermosa iglesia y un espectacular convento, cuya visita
considero ineludible si uno disfruta de la arquitectura religiosa y de los artículos
religiosos de la época de la Colonia. El Convento cuenta con la Custodia más
lujosa del Perú y entiendo una de las más suntuosas de América Latina, una
bella obra en oro y piedras preciosas. Unos pasos más allá está la Plaza de
Armas.
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