Cuzco es el principal destino turístico del Perú. Hoy, en cuarentena y sin turistas, los días resultan aburridos y hasta tristes. En condiciones normales, la oferta de bares y discotecas es muy diversa en la ciudad. La mayoría de ellos orientados a jóvenes y juergueros, lo que definitivamente se encuentra ya fuera de mi gusto. Sin embargo, alguien de mi edad (y preferencias poco comunes en mi país) puede siempre encontrar un lugar donde sentarse, disfrutar de la música y tomar unos tragos.
Como
comenté en otro post, uno de mis bares favoritos en el país es el Norton, y con
el empiezo…
Norton Rat's Tavern (Cuzco, Santa Catalina Angosta 116), con un
balcón que ofrece una privilegiada vista a la Plaza de Armas de la ciudad, este
bar debe ser uno de los que tiene una de las mejores vistas del país. Cuando estoy
por Cuzco, lo suelo visitar por las mañanas, ni bien lo abren, para tomarme una
(o dos o tres) Pilsen Callao en el balcón. Usualmente es un bar preferido por
turistas extranjeros, aunque siempre hay mesas con cuzqueños o peruanos, que no
suelen ser la mayoría. Lo más usual es que los turistas se junten a ver
deportes en sus pantallas, jugar a los dardos o simplemente beber. Uno de sus
puntos fuertes es su amplia oferta de cervezas, desde artesanales peruanas
hasta inglesas o belgas. Además, cuenta con todos los licores y cócteles que
alcanzo a imaginar y, de hecho, siempre está muy animado, desde las 10am que
suelen abrir.
Paddy’s Irish Pub (Triunfo 124), un concepto muy similar al
Norton, aunque en un local mucho más pequeño. La música es excelente. La
variedad de cervezas y tragos, mucho más reducida que en el Norton, pero igual
suficiente. Se puede comprar acá cerveza Guinness, incluso el local presume de
ser uno de los locales a más altura del mundo donde se vende. Fue el primer bar
que visité en Cuzco, hace ya 20 años de ello y mantiene el mismo ambiente (lo
que es perfecto para mi). Todo es muy cosmopolita y usualmente suelo ser el
único cliente peruano o uno de los pocos, lo que, para mí, no es problema, pues
soy un hombre de barra y de concentrarme en mi bebida.
Sancho Panza Pintxos y Tapas (Suecia 343 C), si bien es más un restaurante
de comida española, lo más sorprendente es su enorme variedad de cervezas
artesanales propias. Creo hay más de 20 variedades, he probado varias y todas
ellas me han resultado muy agradables, distintas a lo que usualmente uno toma
en cualquier otro bar. El local es pequeño, acogedor, el servicio personalizado
y es perfecto para comer y beber.
Museo del Pisco (Santa Catalina Ancha 398), una cadena que
tiene, además del local en Cuzco, uno en Arequipa y dos en Lima. El ambiente es
cómodo, la atención muy esmerada, pero lo mejor son los cocteles a base de
pisco. Los chilcanos y pisco sours son notables, con una creatividad muy alta
en su concepción y sabores que salen de lo común. Tienen además muy buenos
piqueos y vale absolutamente la pena la experiencia. Algunos días hay
conciertos, donde tocan música internacional, haciendo de la velada muy
interesante.
Rock House (Tecsecocha 420), un antro rockero en toda
regla. Perfecto para escuchar muy buenos conciertos de rock, en un ambiente
bohemio y sin complejos. Quizás el mejor local de la ciudad para los rockeros.
Siempre que he ido hay muy buenos grupos, con gran sonido. El ambiente es básico,
sin pretensiones, un local para beber y escuchar música, sin nada sofisticado, ni
una oferta amplia de licores. Para sentarse, tomar unas Pilsen, rockear y
mandar al diablo lo demás.
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