Puno es una ciudad ubicada en el altiplano peruano, a orillas del lago Titicaca. Si bien como ciudad tiene un cierto encanto, por sí misma no sería un destino turístico. El principal atractivo de la ciudad es utilizarla como base para paseos por el Lago Titicaca. Su posición como enclave turístico orientado al lago le ha permitido tener una infraestructura hotelera notable y, además, excelentes restaurantes.
Tomando Puno como
base, se pueden realizar diferentes tours. Quizás el más usual es el tour de
full day a las islas flotantes de los Uros y la isla de Taquile (hermosa,
notable), aunque hay opciones parciales, sólo a las islas flotantes o sólo a
Taquile. Incluso opciones de más de un día que incluyen la isla de Amantani,
donde se suele pernoctar. Este último tour aún no lo he realizado.
Hay varios otros
tours que se pueden realizar desde la ciudad: hacia las chullpas de Sillustani,
donde además de estas impactantes ruinas, se puede disfrutar los paisajes sobrecogedores
del lago Umayo. Tres tours, más de visita urbana, son hacia el pequeño pueblo
de Chucuito, muy próximo a la ciudad de Puno o hacia las ciudades de Lampa y Juli,
ambas hermosas y señoriales. En Lampa hay una impresionante iglesia, en Juli
hay 4, dos en pie y dos en ruinas, pero todas ellas impresionantes.
Si se llega a
Juli, creo que vale la pena estirar el viaje hasta Pomata, donde hay también
una muy hermosa iglesia colonial y hermosas vistas del lago.
En la misma
ciudad de Puno, el principal atractivo creo es la Iglesia Catedral. Una hermosa
estructura con un interior simple que es encantador en su sencillez. El museo
Carlos Dreyer es interesante, pero no notable. El barco Yaraví, el primer buque
a vapor que navegó por el lago siempre me ha resultado interesante de visitar,
pero sólo lo he podido ver desde afuera, entiendo funciona (o funcionaba) como
hospedaje.
Por lo demás lo
interesante de Puno transcurre entre la Plaza de Armas y el Parque Pino, unidos
por la calle peatonal Lima. En ella están muchos de los mejores restaurantes.
Los mejores hoteles si dispersos por todos lados.
Me he hospedado
en muchos hoteles de Puno. Por restricciones de presupuesto no en los más
lujosos y caros, usualmente junto al lago, pero si en muy buenos hoteles en el
centro de la ciudad, y otros no tan buenos. Sin dudarlo, recomiendo el Hacienda
Plaza de Armas, el Sol Plaza y el Intiqa, pero hay muchos, muchísimos, para
todos los gustos y presupuestos.
He comido muy
bien en Puno. La oferta es amplia, desde lujosa hasta modesta. Y si bien no
todos los restaurantes son buenos, la mayoría del circuito turístico lo son. Y sí
que vale la pena comer en ellos. Sin dudarlo los dos mejores son La Table Del
Inca y el Mojsa; ambos orientados al turismo receptivo, pero con una sazón
deliciosa. El bemol de la Table es la carta corta, pero el sabor es sublime en
su poca variedad. El Mojsa es una propuesta más convencional y notable también.
El mejor café de la ciudad, por ambiente, servicio y productos es el Café del
Corregidor.
Para tomarse unos
tragos, ni dudarlo, el Kamizaraky, seguro para algunos un antro, pero para mí “el
bar” de la ciudad.