Cartagena de Indias

El centro histórico colonial de Cartagena de Indias, dentro de las murallas de defensa de la ciudad, es uno de los principales destinos turísticos de América Latina. Es probable que se pueda aportar poco más respecto a este hermoso destino. Por lo tanto, sólo haré unos comentarios breves sobre mi experiencia las dos veces que he visitado esta ciudad colonial.

Ciudad Amurallada de Cartagena

Ingreso a la Ciudad Amurallada

La primera vez que llegué a Cartagena, nos hospedamos en el Hotel Sonesta Cartagena, ubicado en la zona conocida como La Boquilla, lo suficientemente cerca de la ciudad como para ir y venir sin problemas, pero a la vez también a la distancia adecuada para estar en un lugar tranquilo. El hotel es amplio y cómodo, con 3 amplias piscinas, salida directa a la playa, habitaciones confortables y un desayuno magnífico. Lo recomiendo absolutamente si uno va en familia.

Teatro Adolfo Mejía

La segunda vez en Cartagena, sólo de paso, nos hospedamos en el Hotel Aixo, en el Barrio el Cabrero, más pequeño y básico que el Sonesta, pero más cerca del centro. Estando sólo de paso es suficiente, pero para una estadía de varios días, no lo recomendaría.

Callejuela de Cartagena

Las playas de Cartagena no destacan, si bien no soy un turista que disfrute mucho de la playa, hay que reconocer que las de Santa Marta (primer viaje) o las Tolú y Coveñas (segundo viaje) son largamente superiores. Cartagena es un destino colonial con algo de playa, no una playa hermosa con una bella ciudad al lado. Yendo a las islas seguro que si se tiene una experiencia caribeña (Barú por ejemplo) pero eso implica un full day o un tour de un par de días o más.

El centro histórico de Cartagena y el barrio Getsemaní son imprescindibles, si uno disfruta la arquitectura moderna de playa, Bocagrande es el destino. Lo demás que pudimos ver de la ciudad es totalmente prescindible. Con un tráfico de terror y zonas donde uno realmente se puede sentir inseguro.

Gorda de Botero

Esculturas en Plaza

Si bien se puede visitar la ciudad amurallada en cualquier momento del día, lo usual es hacerlo al final de la tarde o temprano a la noche, luego de los tours; en el primer viaje lo hicimos así cada día y en el segundo la noche del sábado que estuvimos. En esos momentos, la ciudad está absolutamente llena de personas, de todas partes del mundo, miles y miles de turistas caminando, lo que incluso puede resultar hasta tumultuoso.

En mi opinión personal, el momento perfecto para disfrutar a plenitud la ciudad es muy temprano el domingo por la mañana. Como suelo despertar siempre temprano, durante la última visita, antes de ir al aeropuerto, me duché, cambié y fui a la ciudad colonial antes de las 7am. Es indescriptible y sobrecogedora en ese momento. El calor no apabulla, pero eso no es lo más importante, lo trascendente es disfrutar en solitario una ciudad tan hermosa.

En medio del tumulto de turistas es casi imposible apreciar la belleza de sus callejuelas, sus plazas, sus palacios, sus iglesias. Pero en solitario, es impresionante la majestuosidad que tiene esta bella joya de la colonia española.