Partimos hacia Lancaster desde Philadelphia. Decidimos tener
un full day en este bello condado, una de las principales zonas amish de los
EEUU. Para trasladarnos usamos el servicio Keystone de Amtrak, que circula
entre New York y Harrisburg, pasando por Philadelphia. Nos embarcamos en la 30th
Street Station y bajamos en la Lancaster Station. El camino empieza en los
suburbios de Philadelphia y rápidamente se transforma en una ruta campestre en
una zona agrícola, con muchos pequeños pueblos, en varios de los cuales el tren
hace escala.
30th Street Station |
Lancaster es una ciudad pequeña, a pesar de ello es muy
bella e interesante. Cuenta con todos los servicios necesarios para una estadía
agradable. Desde la estación de tren caminamos unas cuadras hacia las oficinas
de Hertz, donde arrendamos un auto para deambular por los caminos vecinales del
condado.
Calle principal de Litiz |
Al tomar el auto, lo primero que hicimos fue ir a Litiz, un
pequeño pueblo a unos 25 minutos de Lancaster. Decidimos visitarlo pues había
leído que es uno de los pueblos más bellos de Pennsylvania y vaya si lo es.
Hermosas casas, con múltiples restaurantes y tiendas de souvenirs. Como
llegamos temprano, la mayoría de los locales se encontraba cerrado. Pero valió
la pena recorrer el pueblo muy lentamente en auto y disfrutar su encantadora
arquitectura.
Iglesia de Litiz |
Desconozco si el pueblo fue restaurado y si simplemente
conservó sus construcciones originales, pero para un visitante es un bello
destino. Siguiendo las recomendaciones que leí, compramos unos pretzels en Julius
Sturgis Pretzel, ubicado en E Main Street, realmente sabrosos, a un precio que
nos pareció muy económico. Como queríamos un café para complementar, nos
recomendaron ir a Whiff Roasters, que queda justo a espaldas. Fue un sabio
consejo, pues pudimos comprar un delicioso café y ser atendidos con suma
amabilidad y, de paso, disfrutar de una tostaduria de café de pueblo, algo que
es muy poco usual en Perú. En ella vendían café tostado de diversos países del
mundo y mientras estuvimos allí llegaron varios clientes a comprar. Igualmente,
los cafés preparados, podían elegirse de distinto origen y a precios realmente
bajos.
Granja Amish |
Casa Amish |
Luego entramos a algunas tiendas de souvenirs y dulces que ya
habían abierto mientras recorríamos el pueblo. La oferta era muy variada y nos
llenamos de golosinas, muchas de ellas no llegaron al destino: Perú.
Carruaje Amish |
Luego de disfrutar este hermoso pueblo, deambulamos en el
auto por los caminos vecinales del condado. Por muchos lados, carruajes de
amish, granjas de amish, incluso amish labrando sus tierras. Un paisaje de
otros tiempos que disfrutamos a la mínima velocidad posible.
Railroad Museum of Pennsylvania |
Después de algunas vueltas fuimos al Railroad Museum of Pennsylvania,
en las afueras de Strasburg. Por restricciones en tiempo sólo dimos una mirada
rápida a los trenes que estaban en la parte exterior. Luego pasamos por el
Amish Village para terminar en uno de los Farmers Market de los amish. En este
último lugar nos volvimos un poco locos, con tantos productos artesanales y
naturales,
compramos lo que pudimos, sabiendo las limitaciones de tamaño de nuestras
maletas en el retorno.
Lancaster |
Para terminar el día volvimos a Lancaster y recorrimos esta
pequeña ciudad en auto. Finalmente nos estacionamos en el estacionamiento del
Lancaster Central Market y tras un delicioso almuerzo al peso en este mercado
(y compras adicionales), caminamos por el centro histórico de la ciudad. Cuando
el tiempo se nos acababa, con mucha tristeza, volvimos al auto, lo fuimos a
dejar a la concesionaria y ellos nos llevaron a la estación de tren, pues
llovía ligeramente.
Lancaster |
Lancaster es un lugar para recorrer con mayor tranquilidad y
seguro donde lo ideal es tomar uno de los tours guiados hacia las granjas amish
y sus mercados de productos. Pero, igual, con una planificación básica, logramos
disfrutar algunos lugares de suma belleza, con postales de película.
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